martes, 17 de mayo de 2016

Tiramisú

Eternidad.

Lo que ha pasado desde la última vez que vine por aquí. 

¡Y encima hay que celebrar que he sobrepasado las 10 000 visitas!

¡Camino de la fama! xD

Hace mucho que tengo esta receta para poner aquí, pero nunca puedo hacer un tiramisú en condiciones, por todas las pegas que surgen al poner huevos. Así que hoy, con toda la mañana libre y solo en casa, me he lanzado a hacerlo como a mi me ha dado la gana (es decir, con huevos) y así nadie tiene por qué enterarse.

Además he aprovechado la visita que hice a Milán hace unas semanas para inspirarme y cambiar los bizcochos de soletilla por galletas de amaretto, conocidas como Amaretti. El amaretto es un licor con sabor a almendra (que huele a piruleta, según mi olfato prodigioso); las galletas también tienen sabor a almendra.

Pero no pasa nada por utilizar bizcochos de soletilla, faltaría más.

Por cierto, ¡viva Italia! ¡Viva toda la comida italiana! ¡Pizza!


Vamos a por nuestra receta.



Tiramisú

INGREDIENTES

PARA LA CREMA       
· 250 g de queso mascarpone
· 3 huevos
· 1/4 cup (50g) de azúcar blanco
· 1 tbsp (12.5g) de azúcar blanco
· Pizca de sal
· 2 tsp de vainilla

RESTO DE INGREDIENTES
· 200 ml de nata para montar 
· 1/4 cup (60ml) de café
· 3 tbsp (45 ml) de ron 
· 1 tbsp (12.5 g) de azúcar blanco
· Cacao en polvo para espolvorear
· Bizcocho de soletilla (o amaretti)


PREPARACIÓN

Empezamos separando las claras de las yemas, con cuidado para que no se rompan.
Colocamos las claras en un bol grande para montarlas. Añadimos la sal y comenzamos a batir, con batidora, las claras hasta que comiencen a coger forma. Añadimos 1 tbsp de azúcar y batimos hasta que las claras queden un poco más brillantes. No es necesario que estén completamente montadas, hasta un pico blando. Añadimos 1 tsp de vainilla y reservamos.

En otro bol ponemos las yemas con 1/4 cup de azúcar, y lo colocamos sobre una cacerola con un poco de agua hirviendo. Pero hirviendo suavemente. El agua no debe tocar directamente el bol. Y el bol debe ser de cristal o metal, nunca madera o plástico por razones obvias.Batimos las yemas y el azúcar con varillas sin parar, para que el calor no cocine las yemas de golpe. Al batir, las yemas irán aumentando su volumen y volviéndose menos líquidas. Habrá que retirarlas del calor en el momento en que se pueda escribir un 8 sobre la superficie con lo que cae de las varillas al sacarlas. Añadir 1 tsp de vainilla.




Dejamos que se enfríen mientras preparamos el café.
En un bol donde entren los bizcochos sin problema, se prepara el café. Se puede preparar el café que más nos guste, con sabor fuerte, pues necesitamos 1/4 cup y si hay que diluirlo pierde fuerza. Añadimos el ron y 1 tbsp de azúcar al café. Remover hasta que el azúcar se disuelva.


Mezclamos el queso con las yemas. Para ello, ponemos parte del queso en el bol de las yemas, y lo mezclamos poco a poco con una espátula. Una vez incorporada una parte del queso, será más fácil añadir el resto y seguir incorporándolo. Se puede hacer con las varillas, pero sin batirlo muy fuerte, pues puede cortarse. Debe quedar tan cremoso como en la imagen.
A continuación repetimos el proceso con las claras. Ponemos un cuarto de las claras montadas en la mezcla de yemas y queso y las incorporamos bien en la mezcla. Una vez la mezcla no esté tan espesa, se incorporan el resto de las claras montadas, con movimientos envolventes, hasta que no que se vea nada blanco.






¡Momento de montar el tiramisú!

Mojamos los bizcochos (o los amaretti) en el café para ablandarlos y los colocamos creando una capa en el fondo del recipiente donde lo vayamos a presentar. También se puede poner en recipientes individuales.
La siguiente capa será la de la crema de queso. Ponemos la mitad y la extendemos bien.
Espolvoreamos con un colador una capa de cacao en polvo, hasta cubrir la crema.
Y repetimos.
Otra capa de bizcochos empapados en café, el resto de la crema de queso, otra fina capa de cacao en polvo.

Para el final, montamos la nata y la ponemos encima, cubriendo bien, y espolvoreamos un poco más de cacao. También se puede rayar chocolate encima para darle un poco más de textura.

Y ya se ha terminado. Solo falta meterlo en la nevera para que se mezclen bien los sabores y coja un poquito de consistencia. ¡Yo estoy esperando a sacarlo después de cenar y atacar!

Espero que os guste.