Yo ya he acabado y es momento de la receta de la semana. Y la de hoy es perfecta para que, mañana después de la comida de Navidad, os olvidéis de los turrones y os volváis locos con una rica tarta de chocolate bien suavecita.
No os voy a contar mucho, porque tendréis bastante que cocinar, ¡o que digerir!
Feliz Navidad a todos los que viváis en occidente :)
Red Velvet Cake
INGREDIENTES
· 2 1/2 cup (250g) de harina tamizada
· 2 tbsp
(15g) de cacao en polvo tamizado
· 1 ½
cup (300g) de azúcar
· 2
huevos
· 1 cup
(240ml) de buttermilk
· ½ cup
(115g) de mantequilla
· 1 tsp
de vainilla
· 2 tsp
de levadura química
· 1 tsp
de bicarbonato sódico
· ½ tsp
de sal
·
Colorante rojo
· 450g
de queso
· 1 cup (250ml) de nata para montar fría
· 1 cup (120g) de azúcar glass
· 1 tsp (5ml) de vainilla
PREPARACIÓN
Esta tarta es muy suave y tiene un sabor a chocolate ligero que no satura, así que no será difícil oponerse. Y además, se puede hacer de cualquier color, ¡perfecto para navidad!
Para empezar, diez minutos antes de empezar con la receta, hay que preparar el buttermilk. Para ellos hay que mezclar 1 cup (240ml) de leche con 1tbsp (15ml) de zumo de limón o de vinagre blanco y dejarlo reposar al menos diez minutos antes de usarlo.
Ahora se comienza la receta. Precalentar
el horno a 180ºC, engrasar y empapelar el molde a utilizar.
En
un bol mediano se mezclan la harina, el cacao, la sal, la levadura química y el
bicarbonato.
En
un recipiente, se mezcla el buttermilk con el colorante hasta obtener un color vivo, teniendo en cuenta que el cacao oscurecerá la mezcla.
En
otro bol grande, se baten la mantequilla (blanda) con el azúcar, y se agregan los
huevos de uno en uno, junto la vainilla hasta que la mezcla sea homogénea.
A continuación se van agregando la mezcla de ingredientes secos y el buttermilk, de manera alterna. Los secos en tres veces
y el buttermilk en dos, mezclando todo bien en cada turno, pero sin pasarse, sólo hasta que no quede nada seco. Se puede añadir más colorante en este momento si el color es ddébil.
Pasar
al molde y meter al horno durante 40 minutos o hasta que un palillo clavado en
el centro salga limpio y seco.
Una vez fuera del horno, se deja enfriar antes de cortar y rellenar. Esta tarta se cortará en tres o cuatro capas, y si la parte superior esta curvada, se corta para nivelar. Se pueden guardar todas las migas para decorar la tarta, y en caso de cortar la parte superior, se puede desmigar y utilizar también.
Para
el frosting, hay que batir el queso junto a la vainilla y el azúcar glass por
un lado, y por otro montar la nata. La nata debe estar fría de la nevera, al igual que las varillas y el bol, de esta forma se monta mucho más rápido. Una vez esté preparado, se mezclan el queso con la nata con ayuda de una espátula y haciendo movimientos envolvente.
Es el momento de rellenar cada capa de la tarta, la parte superior y el contorno, y decorar la tarta.
A mi me gusta guardar esta tarta en la nevera para que el frosting coja cuerpo. Además me gusta más el sabor.
Una idea para la navidad, así que se me acaba de ocurrir, sería preparar dos de estas tartas, una roja y otra verde y montar las capas alternando una de cada color, usando las migas de los dos colores para decorarla.
Disfrutad de las fiestas.
¡Feliz Navidad!
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