Hace unos días estuve de despedida. Una gran amiga se va a vivir a Canarias para estudiar un máster. Y siempre se queda un sentimiento raro cuando alguien se va. Pero es más por pensar en qué pasará después, qué será de todos nosotros, dónde acabaremos y qué harémos.
Pero mirándolo por el lado bueno, ya tengo casa en Canarias, así que si encuentro trabajo de una (puñetera) vez, a lo mejor en pleno invierno me veo en la playa tomando el Sol. Y diréis: ¿En la playa tomando el Sol, tú?
Pues sí, más por el hecho de decir que estoy en bañador en pleno enero que otra cosa. Aunque hasta hace dos días estábamos en camiseta por la calle.
Pero primero encontrar trabajo sí o sí.
Y ahora, vamos a empezar con la receta, que ya la publiqué hace unos días en el otro blog (English Version), por si queréis pasar por allí también.
Tarta de Yogur y Granada
INGREDIENTES
· 130g de galletas ( sin gluten para los que no podáis)
· 50g de mantequilla fundida
· 2 cups (500ml) de yogur natural desnatado
· 200g de queso cremoso
· 2tbsp (25g) de azúcar blanco
· 12g de gelatina en polvo (6 láminas de gelatina)
· 6tbsp (90ml) de agua
· 1 Granada
PREPARACIÓN
Para empezar hacemos la base. Trituramos bien las galletas en un procesador, o machacándolas en una bolsa con un rodillo. Mientras se funde la mantequilla en el microondas, ponemos a hidratar la gelatina en el agua, espolvoreándolo por encima, no lo mezcléis. Si utilizáis las hojas, seguid las instrucciones.
Una vez fundida la mantequilla, la mezclamos con las galletas trituradas y cubrimos la base del molde. El molde debe ser desmontable y he utilizado uno más pequeño de lo normal, de 18cm de diámetro. Aplastad bien las galletas con un baso de culo plano, o una cuchara, y reservad a un lado.
La gelatina en este momento debe haberse solidificado, por lo que hay que terminar de activarla con calor. Metedla en el microondas unos segundos para que se caliente, sin que llegue a hervir. Volverá a ser líquida.
En un bol batimos el yogur junto a la gelatina activada. Se añaden el azúcar y el queso a continuación, y batimos hasta conseguir que el queso se integre del todo.
Una vez esté todo bien mezclado, se vierte sobre la base de galleta, se cubre con plástico envolvente, y a la nevera, durante cuatro horas mínimo, para que cuaje bien la gelatina.
Una vez esté listo, es el momento de preparar las granadas.
Cortamos la granada por la mitad y sobre un bol sacamos las semillas. Para sacarlas, coge media granada con una mano, con las semillas hacia abajo, y con una cuchara de madera, dale golpes al lado de la cáscara. Las semillas irán cayendo solas, así que hazlo sobre un bol. Una vez han caído todas, llena el bol de agua y mueve las semillas. Conseguirás que todos los trocitos de cáscara que han caído, salgan a flote y las semillas se hundan, así que retira todo lo que flote y quita el agua.
Ya sólo queda cubrir la tarta con las semillas. Veréis como resalta el rojo de las semillas sobre la tarta tan blanca.
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