miércoles, 25 de febrero de 2015

Muffins de Manzana

Menuda semana llevamos, y eso que sólo es miércoles.
Casi ni me acuerdo de que hoy os debo una receta.

El lunes empezó el día con un espíritu emprendedor increíble. He empezado un curso online para programar en Python.
Os preguntaréis por qué quiero torturarme así, y hacéis bien. Pues resulta que durante la carrera nos exigen bastante nivel de programación, sobre todo al final, pero durante la carrera nadie te enseña a ello. Y claro, a la hora de buscar trabajo, es mejor tener buen nivel, así que allá voy a mejorar el mío.

Hasta me he comprado un cuaderno para tomar apuntes. Parece que echaba de menos estudiar...

Después de eso me llamaron para una entrevista de trabajo de la que aun no se nada, así que no voy a decir mucho más. Sólo que me encantó el lugar de trabajo, cuántas fuentes, ¡cuánta agua! Y que les dejé escrita una receta de muffins de arándanos genial.

Y para rematar el lunes, un temblor de tierra sacudió nuestros pies y nuestras casas y todo lo sacudible supongo.
Es curioso como gente que no esta acostumbrada a sufrir (o sentir, sufrir suena muy chingo) seísmos, se asusta tanto. Y lo primero que se te ocurre es que se está hundiendo el edificio, o si por encima de tu casa pasan aviones, como es mi caso, que un avión ha caído y se ha llevado la azotea del edificio.

Pero hay cosas mucho más importantes. Y esta entrada va dedicada a todas las cosas verdaderamente importantes.

Y son muffins, que son fáciles, me encantan y están de muerte.


Muffins de Manzana

INGREDIENTES
           
· 2 cups (250g) de harina
· 1/4 cup (50g) de azúcar
· 3/4 cup (150g) de azúcar moreno
· 2 tbsp (20g) de maicena
· 2 huevos
· 1 tbsp (15ml) de levadura química
· 1 tsp (5ml) de bicarbonato sódico
· 1 cup (240ml) de aceite de oliva suave
· 1 cup (240ml) de yogur y leche (explico abajo)
· 2 tsp (10ml) de canela molida
· 1 tsp (5ml) de nuez moscada molida
· 1 tsp de vainilla· ½ tsp (2g) de sal
· 1 manzana

PREPARACIÓN

Bueno, no sabéis lo rico que me salió. Cada día soy más y más fan de los postres/desayunos con manzana. 
Os comento, la manzana que he utilizado creo que ha sido una fuji o una gala, por los colores, pero podéis utilizar la que más os guste.

Para empezar la receta, hacemos como siempre con los muffins. Precalentamos el horno a 180ºC y empapelamos los moldes. No os arriesguéis a que todo quede pegado, no está bien.

En un bol mezclamos todos los secos. Y esta vez el azúcar va incluido en los secos. Hace poco me enteré de que el azúcar suele incluirse en los húmedos (por eso se suele mezclar primero con la mantequilla y los huevos y tal) porque se disuelve. Y resolví una duda que me tenia desesperado (exageración).

Volviendo al tema, mezclamos con las varillas la harina con los dos tipos de azúcar, las especias, la maicena,  la sal, y los dos químicos.
En otro bol mezclamos todo lo que queda, huevos, aceite, leche/yogur y el extracto de vainilla. Hace mucho que no lo digo, pero utilizad extracto, el marroncito. No uséis esencias porque a saber de que está hecho eso.

Bien ahora la explicación sobre leche/yogur. Siempre que hago muffins, que además llevan bicarbonato, me gusta añadir yogur por el toque ácido y por reducir la cantidad de líquido que aporta la leche. Así que a la hora de medir estos dos ingredientes, primero vacío un vasito de yogur en la jarra medidora y a continuación cubro con leche hasta alcanzar la marca de 1cup (240ml). Si queréis utilizar todo yogur, adelante, o buttermilk, mucho mejor. Pero todo leche... no lo he probado nunca. Si lo intentáis decidme el resultado.

Volvemos a la receta, que hoy me estoy yendo por las ramas, que si no se acaba muy pronto.

Volcamos la mezcla de los ingredientes húmedos en el bol de los secos y los mezclamos, con la espátula o la cuchara de madera, hasta que esté todo humedecido.
Y como siempre que hacemos muffins, los grumos son bienvenidos, no os afanéis en eliminarlos todos. Cuanto menos batáis la masa mejor, salen más ligeros.

Ahora tendréis que añadir la manzana, cortadita en daditos. Esto debería haberlo dicho al principio para que la tengáis preparada desde el principio. 

Ya estamos acabando. Pasad la masa a los moldes (doce normales, seis grandes) y al horno durante media hora. Comprobad con un palillo siempre, que esta masa es un poco húmeda y las manzanas sueltan un poco de agua (de ahí la maicena). Pero no habra problema.

Para decorarlas, he puesto un trozo de manzana encima, cortado a lo largo, y finito. Pero siempre se puede hacer un strusel con canela. (El strusel es parecido a la capa crujiente del crumble de manzana)

Espero que os guste, esta vez os dejo que os lo comáis poco después de salir del horno. Calentitos están muy buenos.

miércoles, 18 de febrero de 2015

Churros

Miércoles ya y yo casi sin darme cuenta. 
Esto de que todos los días sean tan parecidos me tiene frito. Hay que encontrar curro con urgencia. 

Aunque tener tiempo libre no es tan malo, descubres cosas nuevas que no sabías hacer y que resulta que sí sabes. Sobre todo cosas de casa, como bricolaje y tal. He hecho dos marcos de fotos, y me siento como si fuesen a contratarme como diseñador en Ikea. 

Pero también hay tiempo para otras cosas. Ayer una gran amiga, que acabó de estudiar física y huyó al teatro (lógico), actuaba en su escuela. Estuve viendo El Tartufo de Molière. Os comento antes de continuar, que no soy un entendido de teatro, ni un asiduo ni nada de eso, pero si surge una oportunidad, no digo que no.
Pues os diré que, para ser estudiantes de segundo de arte dramático, y yo tener conocimientos del tema, me encantó. Me reí y se me hicieron cortas las dos horas de obra.

La obra transcurría en una gran sala de una casa. En ella, los personajes tramaban y discutían. Todo en torno al personaje que da nombre a la obra, Tartufo, un aprovechado de la vida que ha manipulado la mente al señor de la casa hasta tal punto, que le prefiere a él antes que al resto de su familia y amigos. Mi amiga era la sirvienta, uno de los personajes que más se movía, que estaba en todas partes y con el que más me reí (siendo objetivo claro). 

Cuando sea actriz famosa haré publicidad de sus obras para que no os perdáis ni una.

Y por supuesto, si alguna vez podéis ir al teatro a ver la obra Tartufo, hacedlo. 

Y ahora vamos a una receta de mi infancia. ¡Churros! Como los que me preparaba mi abuela para desayunar cuando era pequeño.



Churros

INGREDIENTES
           
· 1 cup (125g) de harina
· 1 cup (240ml) de agua
· 3 tbsp  (40g) de mantequilla
· 1 tsp (5ml) de aceite de oliva
· 1/4 tsp (2g) de sal
· Aceite para freir
· Azúcar para rebozar

PREPARACIÓN

Recetas de la infancia. Para mi no hay nada más típico que unos churros, así que los incluyo en mi lista de Típicos. Porque yo lo valgo.

Empezamos preparando la masa. Es muy sencillo. En una cacerola se calientan el agua con la mantequilla, el aceite y la sal. Una vez se funda la mantequilla y comience a hervir el agua, se añade de golpe (repito: de golpe) toda la harina y se mueve con una cuchara de madera sin parar. En este momento apagamos el fuego y apartamos la cacerola. Continuamos moviendo la masa hasta que se limpien las paredes y quede suave y lisa.

Esa será vuestra masa. Es el momento de poner el aceite para calentar en otra cacerola. Necesitáis aceite abundante para que los churros se sumerjan (luego flotarán), y una temperatura en torno a 170ºC.

Para hacer los churros, necesitaréis una churrera o una manga pastelera. Con la primera no hay mucho que explicar, se llena de masa y se van haciendo los churros... no tiene misterio.
Si optáis por la manga, al igual que yo hice porque no tengo churrera, debéis utilizar una boquilla con forma de estrella y que sea grande. Y la manga debe ser de un material resistente, pues la masa es mas consistente que cualquier frosting o buttercream y puede romperse la manga, o salirse la boquilla (la mía se salió varias veces, pero no es difícil sacar la masa y recolocar la boquilla, solo que es un tostón).

Haced los churos directamente sobre el aceite, con mucho cuidado de no quemados. No hagáis muchos a la vez, pues la temperatura bajaría demasiado y no se freirían bien. En cuanto comiencen a flotar tendréis que contar un minuto por cada lado, pues si se fríen mucho, se quedan un poco duros, demasiado crujientes.
Una vez fritos pasadlos a un papel absorbente para quitar el aceite y a continuación, mientras sigan calientes, pasadlos por un plato con azúcar para cubrirlos.

Y ya están listos. Son muy fáciles de preparar (si hasta yo he podido) y piden a gritos una taza de chocolate caliente.

¡A disfrutar!


miércoles, 11 de febrero de 2015

Castagnole

Estos días en la que la inmensa mayoría de páginas como esta publican recetas llenas de chocolate y fresas para celebrar San Valentín, yo prefiero subir recetas relacionadas con Carnaval. Me parece una celebración más sana y menos comercial, así que, hoy toca dulce carnavalero.

El año pasado os conté como preparar unos Beignets típicos del carnaval de Nueva Orleans, y es que se me ocurrió cubrir cada año un carnaval famoso en el mundo, y preparar algún dulce típico de ese lugar.

Este año toca Italia, y su famoso carnaval de Venecia.

La tradición dice que desde cerca del año 1100, la nobleza de la ciudad se disfrazaba para mezclarse con la gente por las calles. Fue en 1296 cuando el Senado de la Ciudad se declaró como festividad y desde entonces las máscaras han sido su objeto más representativo. 
Alcanzó su máximo esplendor cuando Venecia era un puerto comercial importante en el Mediterráneo  gracias a la Ruta de la Seda, pero comenzó a desaparecer cuando Venecia perdió su importancia al descubrirse América por parte de los españoles, y las rutas comerciales cambiaron, trasladándose el comercio de la Ruta de la Seda, al Galeón de Manila.

Fueron completamente abolidos los festejos con la invasión napoleónica, temiendo que bajo tanto disfraz y máscaras pudiesen surgir conspiraciones contra el emperador.

Resurge lentamente a lo largo del siglo XX y es en 1979 cuando vuelve a ser una festividad oficial, que indica el inicio de la cuaresma cristiana, el Miércoles de Ceniza.

Este carnaval es diferente al resto, ya que durante los diez días que dura, los disfraces son como sacados de la Venecia del siglo XVII, a diferencia de otros carnavales en los que todo vale como disfraz.

Entre los dulces típicos se encuentran la "fritella", el "galano" y los "castagnole".

Empezamos.


Castagnole de Carnaval

INGREDIENTES
           
· 2 ½ cups (300g) de harina
· 1/3 cup (60g) de azúcar
· 70g de mantequilla fundida
· 2 huevos
· 1tbsp (5ml) de ralladura de naranja
· 1/5 cup (50ml) de zumo de naranja
· 5 vainas de cardamomo verde
· 1 tsp (5g) de levadura química
· ½ tsp (2g) de sal
· Aceite para freír
· Azúcar y canela para rebozar

PREPARACIÓN

Os diré que no he tardado nada en preparar los castagnole. Teniendo en cuenta que al freír hay que ir con calma, pero no tiene mayor misterio. Es como hacer rosquillas. Y bueno, he de comentar que la receta original suele llevar licor, limoncello o anís o algo así. Como no sé quien va a probarlos, he preferido utilizar el zumo de naranja, y para darle un toque diferente, he añadido el cardamomo. Imaginación al poder.

Para empezar, combinamos en un bol grande la harina, el azúcar, la sal, la levadura, la ralladura de naranja y el cardamomo. El cardamomo hay que abrirlo, vaciarlo y triturar las semillas, aunque si tenéis cardamomo en polvo, podréis usarlo.
Mezclad bien todos los ingredientes secos con las varillas.

En otro recipientes se combinan el zumo de naranja, los huevos, y la mantequilla fundida. Una vez bien mezclados, se vierten sobre los ingredientes secos y se mezclan bien con una espátula o una cuchara de madera.

Al final se formará una bola de masa que no es necesario amasar, tan solo hasta conseguir que se forme una bola grande. Es pegajosa, pero no excesivamente, con un poco de aceite en las manos, se evita que se quede pegado.

Una vez preparada, ponemos a calentar el aceite para freír. Necesitamos entre 160ºC y 180ºC. También habrá que preparar un plato con papel absorbente para escurrir los castagnole una vez fritos, y otro plato con azúcar y canela para rebozarlos.

Bien. Una vez todo listo, se forman pequeñas bolitas de masa con las manos y se fríen bien. El tamaño de la bolita depende de lo que prefiráis. A mi personalmente me han gustado más las pequeñas que las grandes, pero como prefiráis, su nombre ya os indica que deben ser del tamaño de castañas.

Una vez fritos, escurrid el aceite sobre el papel y pasarlos por azúcar con canela mientras estén calientes para que se adhieran bien.


Y ya están listos. Si os gustan las rosquillas, estos os van a encantar.




jueves, 5 de febrero de 2015

Tarta de Zanahoria en Taza

Bueno, esto de las tazas es maravilloso. Te sacan de un aprieto/antojo en un momento, no se tarda nada, no se mancha nada, no se enciende el horno...
Además ya sabréis que me encanta la tarta de zanahoria y todas sus versiones (cupcakes, scones, y en cualquier momento llegarán los muffins), por lo que esto es una forma rápida de quitar el gusanillo.

Y sobre todo se combate el frío con algo rico. Porque vaya fresco que ha llegado de repente. Ayer nevaba por el centro de Madrid, cosa algo insólita para mi. Aunque es cierto que todos los años, al menos había un día en el que veíamos nevar desde la facultad y salíamos corriendo al parque (hay un parque justo en frente).

Ayer, entre otras cosas, tuve una entrevista de trabajo. A ver si hay suerte, que no quiero estar tanto tiempo metido en casa, y claro está, la pasta viene muy bien, sobre todo para viajar, que es lo que mas necesito ahora mismo.

Y ahora preparad una taza, que empezamos.


Tarta de Zanahoria en Taza


INGREDIENTES
           
· 3 tbsp (30g) de harina
· 3 tbsp (65g) de azúcar, o azúcar moreno, o mezcla de ambos
· ½ tsp (3ml) de levadura
· ¼ tsp (2g) de sal
· ½ tsp (2g) de canela
· ¼ tsp (1g) de jengibre molido
· 1 huevo
· 2 tbsp (30ml) de aceite suave
· 3 tbsp (45ml) de leche
· 1 tsp (5ml) de vainilla
· 3 tbsp de zanahoria rallada

PREPARACIÓN

Y esto va a ir rápido si ya habéis visto las anteriores versiones de tartas en taza.

Empezamos agregando a la taza todos los ingredientes secos, la harina, el azúcar, la levadura, la sal y las especias, y se mezcla bien con un tenedor.

A continuación se añade el huevo, la leche, el aceite y la vainilla, y batimos con el tenedor, asegurándonos de que mezclamos bien por el fondo, para que no quede harina por los rincones de la taza.

Una vez esté todo bien mezclado, se añade la ralladura de zanahoria y se vuelve a mezclar todo.


La taza está lista, pero como siempre se puede personalizar un poco más una receta, es el momento de añadirle unas nueces troceadas, o unas pepitas de chocolate, coco rallado... si no, la receta sencilla está deliciosa.

Metemos al microondas durante 2 minutos y medio a 800W (es solo una guía, si ponéis más potencia, tendréis que reducir el tiempo). Y como siempre, estad atentos porque empieza a subir, no se sale de la taza, pero por si acaso. Paráis el microondas, y cuando baje, continuamos. Y como siempre, para comprobar que está terminado, pinchamos con un palillo que llegue hasta el fondo de la taza.

Mientras se enfría, es momento de preparar un frosting de queso (!!!!).

En un bol pequeño, combinamos una cucharada de queso de untar con unas gotas de vainilla. Mezclamos con una cuchara para que sea más manejable y añadimos azúcar glass hasta conseguir la consistencia que queramos. A mi me gusta el frosting suave para la taza, así que con dos cucharadas de azúcar es suficiente para mi gusto, pero si queréis añadir alguna más, adelante.

Y como siempre, ya solo queda meter la cuchara y disfrutar.

Espero que os guste.