miércoles, 16 de octubre de 2013

El Futuro (Pan de Leche)

!Hola hermosos y hermosas!

Una semana más ha pasado y aquí estoy, dispuesto a contar cosas que me pasan antes de soltar una receta rica, rica. !Y la de hoy aseguro que lo es!

Pues bien, el título lo dice todo. El Futuro, eso que siempre esta un segundo por delante y que llega de repente. 
Hoy he estado visitando el Foro de Empresas que organizan la UCM, la UPM y la UNED en Ciudad Universitaria. Nada mas llegar te regalaban una bolsita de tela para que eches dentro todos los papeles y regalitos que te hacen. Pinta bien, piensas. Luego te das cuenta de que los regalitos son sólo para que tengas con que consolarte. Porque allí han sido todos muy majos, pero nadie quería coger curriculums, nada más que sonreían, y te decían: !visita nuestra web!   ¡¡¡¡Pues para eso no hubiese venido!!!!!

Y lo mejor de todo ha sido el momento más repetido de la mañana: 

- ¿Qué estudias?
- Física y meteorología (todo orgulloso por conocer los secretos íntimos del Universo y de la Atmósfera de forma concreta).
- A pues... (sonrisa) aquí necesitamos ingenieros... pero tu mira la web... y llévate un boli/imán/bolsa de gominolas/chupachups/ cosa q es por un lado gamuza y por el otro cepillo y sirve para... ¿limpiar el ordenador?

Ese es el resumen de toda la mañana. Los físicos somos esenciales pero no valemos para trabajar (o eso se creen ellos). Pero en el fondo ya nos van avisando durante toda la carrera. Todos esos palos que nos dan son para que cuando lleguemos a este momento, no nos duela tanto. Al final el señor AAA (los físicos sabéis de quien hablo) no es tan malo.

Pero bueno, volver a la facultad y ver a la gente, a la cual ya no ves tanto, le alegra el día a uno salvajemente.

Y por ahora vuestro futuro es ver una receta que está de rechupete y que si hacéis, os va a encantar, ¡os lo aseguro! Pero tendréis que tener paciencia, y tiempo, es una receta de fin de semana.


Pan de Leche Hokkaido



En esta receta os doy los ingredientes principales en gramos, porque es más preciso.
La levadura ha de ser levadura de panadero. Hay varios tipos, hay una que debe ser guardada en la nevera o el congelador porque es muy activa, pero yo no suelo usarla. En este caso utilizo una que no hace falta activar, ya que hay otras que si lo necesitan. Son unos polvitos marrones, ¡¡¡nada de levadura blanca gasificante!!! Si tenéis que comprarla, seguid las instrucciones que ponga en la caja o el envoltorio, ya que algunas necesitan activarse cinco minutos antes, poniéndolas en la leche tibia con azúcar. Y aunque no suelo decirlo, los ingredientes deben estar a temperatura ambiente, a no ser que se indique otra cosa.
Además, parece ser por lo que he leído en otros blogs, que este pan es conocido en Hokkaido (Japón) porque la leche de allí es muy buena, así que nada mejor que hacer de todo con ella.
         
INGREDIENTES
  
· 400g de harina de fuerza
· 55g de azúcar
· 155g de leche tibia
· 75g de nata, (yo utilicé nata de montar, sin montar claro)
· 1 huevo
· 1 sobre de levadura (7g)
· 1 tbsp de vainilla
· ¼  tsp sal

PREPARACIÓN

Para empezar, se combinan la harina, el azúcar y la sal en un bol grande. En otro, se mezclan la leche tibia, junto al huevo, la vainilla, la nata y la levadura, y se mezcla bien. A continuación, se vierten los ingredientes húmedos sobre los secos y se mezclan muy bien. 

En ese momento la masa será un pegote muy pegajoso, no pasa nada, se coloca sobre una superficie con un poco de harina y se amasa (a mano, que mola más) durante 15 minutos hasta que deje de pegarse a las manos. En ese momento se coloca en un bol engrasado (un poco de aceite o de mantequilla, para que no se pegue a las paredes) , y se cubre (con un paño o plástico de cocina), colocándolo en una zona cálida, sin corrientes, para que fermente durante dos horas o hasta que aumente su tamaño al doble. !Es importante que lo pongáis en un lugar cálido!

Una vez ha subido, se saca del bol y se corta en cuatro trozos iguales, que se amasan y estiran con un rodillo formando cuatro rectángulos. Uno de los lados del rectángulo tendrá que ser de la anchura del molde, para que entre bien. Ahora hay que enrollar cada rectángulo formando un caracol.

Antes de enrollarlo, se pueden untar chocolate o mermelada.

Después de enrollar, se empapela el molde rectangular (plumcake de toda la vida) y se colocan los cuatro caracoles dentro (si puede ser separados mejor), pintar con leche y volver a cubrir (un paño es suficiente esta vez) durante media hora o más, hasta que vuelvan a crecer. Mientras suben, precalentar el horno a 180ºC.

¡Ya queda menos!

Es hora de meterlos al horno durante 30-45 minutos. Para evitar que se quemen, una vez la parte superior se ha dorado, se cubren con papel de aluminio y se deja en el horno el tiempo restante hasta que estén terminados por dentro.

Y como siempre, esperad a que se enfríe.

Los que yo hice tienen uno con chocolate y otro con mermelada, de ahí que en la foto veáis líneas oscuras en dos de ellos. Pero son muy blanquitos por dentro. 

Animaos a hacerlo!





1 comentario:

  1. Buenisima... para el cafetito del sábado ,pero como tu dices hay que tener tiempo por lo demás es mas fácil de lo que parece.Mi nota excelente. Por el futuro pensaremos en positivo.......hay muchas puertas...... si llamas y pones empeño.....alguna se abrirá .¡SUERTE¡

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