miércoles, 11 de diciembre de 2013

Se Acerca (Apple Pie)

¡Ay qué poco queda ya para la navidad!

Seguro que si habéis pasado por el centro de Madrid os habréis dado cuenta. Sobre todo por el efecto llamada de las lucecitas, que atraen a la gente en hordas, manadas, oleadas o como queráis llamarlo. Pero es imposible.

Desde aquí hago un llamamiento a todas esas personas que se empeñan en que sus hijos vean la ciudad en navidad. Me parece bien, aunque es bonita todo el año, pero por favor, dejen los carritos en casa, muchos tobillos lo agradecerán. No es fácil ni cómodo ir apretujado y a cámara lenta por Gran Vía, pero lo es menos si un carrito decide que golpeando tus tobillos va a ir más rápido. Aumenta los niveles de ira, y eso no le viene bien a los comerciantes, porque suele terminar en un ¡¡No aguanto más, me voy!!
En mi caso no suele ser así, porque tardando una eternidad en llegar al centro, no me voy a ir por un carrito, pero de las miradas de odio no se salva nadie.

Se ve que me pongo hostil cuando llegan estas fechas "tan señaladas".

Pero por otro lado, hay bastantes excusas para estar con el horno encendido, desde el frío que hace en la cocina hasta preparar una cena con la que comerías durante una semana, en abril o agosto.

Pero vayamos directos al dulce.

Hoy un clásico de invierno, que con helado de vainilla queda estupendamente. Y sin huevo.


Apple Pie


INGREDIENTES

     Para las Manzanas  
· 6 manzanas
· ¼ cup (55g) azúcar moreno
· ¼ cup (50g) azúcar blanco
· Zumo de medio limón (2tbsp)
· 1 tsp (5ml) de canela molida
· ¼ tsp de nuez moscada molida
· ¼ tsp de sal
· 2 tbsp (28g) de mantequilla
· ½ tsp (2.5ml)de vainilla
· 1 ½ tbsp (15g) de maicena

     Para la Masa
· 2 1/2 cup (350g) de harina
· 2 tbsp (25g) de azúcar
· 226g de mantequilla fría
· ½ cup (120ml) de agua muy fría (no se usará toda)

PREPARACIÓN

Esta receta requiere algo de tiempo, ya que hay que dejar reposar las manzanas, pero también se puede hacer todo del tirón, sin que las manzanas reposen y sin el paso del cazo que os cuento más adelante. Pero vamos por partes.

En primer lugar hay que pelar y trocear las manzanas en laminas de medio centímetro de espesor más o menos. Las manzanas que se pueden usar aquí son prácticamente todas. Típicamente la gente opta por las más dulces, como Gala o Golden, pero yo prefiero utilizar alguna las ácidas, para contrarrestar el azúcar de la receta, por eso incluyo alguna manzana Granny Smith, que son las que más me gustan en general.


Una vez troceadas todas las manzanas, se bañan con el zumo de medio limón, para evitar que se oxiden. Cuidado con el limon que yo siempre me paso y acaba sabiendo sólo a limón. Además se añaden los dos tipos de azúcar, la canela, la nuez moscada, y la sal. Es el momento de dejar que reposen durante una hora para que las manzanas liberen su zumo (ósmosis).

Mientras tanto, se prepara la masa para la base y la tapa. Se puede hacer a mano o con un procesador de  cocina. Es muy sencillo, se mezclan bien la harina, la sal y el azúcar y a continuación se agrega la mantequilla bien fría, cortada en dados. Se mezcla todo hasta que tenga consistencia arenosa, ya sea con el procesador o con los dedos. A continuación se va añadiendo agua muy fría, cucharada a cucharada, hasta que la masa consiga juntarse y formar una bola. La cantidad de agua variará, dependiendo de la humedad y la temperatura de la habitación, pero estará entre tres y seis cucharadas (tbsp). Una vez se ha conseguido hacer una bola de masa, se corta en dos partes iguales, se envuelven en plástico de cocina y se meten en la nevera durante 40 minutos, al menos.

Volviendo a las manzanas, transcurrido el tiempo de reposo, aparecera un zumo marrón en el fondo del bol. Este zumo haría que la masa se quedase blanda, por lo que se pasa todo el zumo a un cazo y se pone a fuego medio, junto a la vainilla y la mantequilla, hasta que espese, tomando consistencia parecida al sirope. Una vez esté preparado, se espolvorean las manzanas con la maicena, que ayudará a espesar el zumo que liberen una vez en el horno, y se añade el sirope, mezclando para cubrir bien las manzanas.

Mientras se hace el sirope, es el momento para estirar la masa y colocarla en el molde, cortando bien los bordes. Puede esperar en la nevera hasta que el sirope esté listo. Momento perfecto para encender el horno y precalentar a 220ºC.

Una vez las manzanas estén listas, se vuelcan sobre el molde, que ya tiene la base colocada. 

Para cubrir la tarta se puede estirar la masa restante y colocarla encima (que es como a mi me gusta), o se pueden cortar tiras y hacer una malla. También se pueden cortar formas con un corta pastas para galletas y colocarlas de manera que solapen. Es importante que tengan hueco para que salga el vapor durante el horneado, así que si optáis por cubrir todo, es importante que selléis bien el borde y que hagáis varias incisiones con un cuchillo cerca del centro que dejen escapar el vapor.

Una vez listo, se mete el Pie al horno, en la parte inferior, durante 45 minutos. Hay que estar atento, ya que los bordes pueden empezar a oscurecerse demasiado. En ese caso, se puede sacar la tarta del horno para cubrir los bordes con papel de aluminio, que evitará que se quemen.


Aquí me vino un ataque de inspiración y me puse a hacer una trenza con los recortes de masa, para tapar el borde.


Transcurridos los 45 minutos, se prueba la manzana con un cuchillo o un tenedor. Al pincharla no debe quedarse sujeta, tiene que estar blandita. Si no lo está, hornear unos cinco minutos más.

Y como todos tendréis en mente, esta tarta se deja enfriar en la ventana, no creo que os ataquen los osos. Y recordad, ¡helado de vainilla!


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