sábado, 28 de marzo de 2015

Pan de Plátano con Pepitas de Chocolate

Sábado.

Sí, es sábado. Lo sé. Qué ha pasado con la rigurosidad de los miércoles, os preguntaréis.
Sencillo. Llego cansado de currar y no me apetece ponerme delante del ordenador otra vez. Curioso.

A las once de la noche estoy que me caigo de sueño. Llevo unos días pensando que hasta que me acostumbre al nuevo horario estaré así de adormilado, pero va a ser casi imposible. Primero un día de fiesta (el día del padre), luego un cambio de hora (esta noche) y para rematar, fiestas la semana que viene... así no va a haber manera.

Así que hasta que mis ganas de dormir se centren y habitúen, habrá irregularidad en las publicaciones (terrible, nervios por todas partes).

Y bueno, llevaba unos días de antojo, me apetecía un pan de plátano, pero esta vez me apetecía algo más sencillo que el otro que preparé el verano pasado.
Además este es más suave, no tan contundente y tiene un sabor a plátano maravilloso... Estoy intentando transformar esta receta a las de taza, pero no es tan fácil... os mantendré informados en nuevas entregas.

En cuanto a mi nuevo curro, he llegado en un momento de ESTRÉS, así que he estado haciendo papeleo necesario que nadie tenía tiempo de hacer, así que ahora mi jefa me ha nombrado "experto en inventarios". Pero ayer empecé a "editar" (entrecomillado porque estoy en las últimas fases más o menos) y ya he elegido imágenes que aparecerán en los libros de miles de niños, así que salí contento del trabajo. Brillaba el Sol, cogería el bus que me lleva rápido a casa y había elegido mis primeras fotos. Había sido un buen día, a pesar de estar tan a tope en el curro que me enviaba correos a mi mismo...

Así que si hoy hace Sol allá donde os encontréis, preparad un poco de harina, unos huevos y plátanos y alegraos la semana (¡qué este pan da para muchos desayunos!).




Pan de Plátano con Pepitas de Chocolate

INGREDIENTES
           
· 2 cups (240g) de harina
· 110g de mantequilla
· 2 huevos
· 1/2 cup (100g) de azúcar blanco
· 7 tbsp (90g) de azúcar moreno
· 2 plátanos maduros
· 1/4 cup (60ml) de yogur (u otro plátano más)
· 1 tsp (2g) de sal
· 1 tsp (4g) de bicarbonato sódico
· 1 tsp (5ml) de vainilla
· 1 cup de pepitas de chocolate negro


PREPARACIÓN

Esta es de las rápidas de preparar, prácticamente no hay que tener nada en cuenta, mezlcar y mezclar, y alegría.

En un bol se combinan la harina, la sal, el bicarbonato y los dos tipos de azúcar. Podéis tamizarlos todos juntos o mezclarlos con varillas para quitar los grumillos de harina y mezclar bien el bicarbonato por todas partes.

En otro recipiente se combinan la mantequilla, que debe de estar muy, muy blanda, con los huevos, el yogur y la vainilla. Hacedlo poco a poco para que la mantequilla se mezcle bien con todo. A esta mezcla debéis añadirle el plátano.
Para los plátanos, aplastarlos con un tenedor hasta que consigáis un puré, y añadidlo a la mezcla de ingredientes líquidos.

En cuanto al yogur. Si no queréis añadir el yogur, podéis sustituirlo por otro plátano (así era la receta original, pero no me quedaban más plátanos en casa). En caso de querer utilizar el yogur, podéis aprovechar para utilizar un yogur con sabor a plátano, que añadirá un toque de aroma extra.

Una vez bien mezclados los líquidos, se añaden a los secos y se mezclan bien con una espátula hasta que todos los ingredientes secos se incorporen. Como siempre, no os paséis batiendo o se quedará como una piedra.







Y ahora al molde, uno alargado es lo típico en este caso, para darle forma de pan (de molde). Podréis enmantequillarlo y enharinarlo, o ponerle papel para horno (como en la imagen), que además os ayudará a desmoldarlo.

Ahora al horno, precalentado a 180ºC, durante... 45 minutos. Al menos a los 45 minutos deberíais comprobar con el palillo como va la cocción. Puede que necesite 10 minutos más.
También tendréis que colocar el molde en el tercio inferior del horno, ya que tanto tiempo dentro, puede oscurecer y resecar la superficie del bizcocho, mejor dejarlo lejos de la fuente de calor. Si creéis que está oscureciéndose demasiado, tapadlo con papel de aluminio a mitad de la cocción.

Y básicamente ya está listo. Una vez fuera del horno "sólo" tendréis que esperar a que se enfríe antes de hincarle el diente.

Espero que os guste.

jueves, 19 de marzo de 2015

Tarta de Fresas en Taza (Strawberry Mugcake)

Hoy hace una semana que empezó mi vida laboral. También es el día del padre, así que digamos que para celebrar que hace una semana, hoy no se trabaja, por eso he aprovechado para escribir hoy aquí, en lugar de ayer, miércoles, que es lo que debería haber sucedido.

Pero no me apetecía llegar a casa y ponerme con el ordenador después de pasarme todo el día delante de uno. Hasta he medio olvidado el curso de programación... no me apetece nada llegar y seguir mirando la pantalla. Supongo que cuando me adapte a los horarios, ya volveré a retomarlo.

Bueno, os preguntaréis que tal en el trabajo nuevo, y si no, me da igual.
Basicamente he llegado en una época de estrés absoluto así que estoy haciendo de todo un poco, para ayudar y también para aprender de todo un poco. Los compañeros son muy simpáticos, el ambiente es bueno... ¡no tengo quejas! Espero que siga siendo así tras un mes.
He retomado la biologia de bachiller, la química, la tecnología... es una vuelta al cole a otro nivel, llena de matices y pequeñas cosas. Y lo que es mejor todavía, estoy viendo como se elabora un libro de texto desde el principio, y es de esas cosas que siempre quise saber. Y si en algún momento me dejan poner problemas en el libro, entonces habré alcanzado un mini-nirvana, porque siempre quise poner los problemas en los libros. Cierto es, que siempre quise hacer los de matemáticas, y esos libros no son cosa mía, pero siempre estaré atento a sugerencias.

Y para celebrar una semana de curro, el día del padre y, en general, todo un poco, tarta de fresa.

¡Y muy rápida!


Tarta de Fresas en Taza


INGREDIENTES
           
· 3 tbsp (30g) de harina
· 3 tbsp (75g) de azúcar
· ½ tsp (3ml) de levadura
· ¼ tsp (2g) de sal
· 1 ½ tsp (7.5ml) de leche
· 1 tsp (5ml) de vainilla
· 1 huevo
· 2 tbsp (30ml) de aceite suave
· 3 tbsp de fresas troceadas

PREPARACIÓN

Hoy es otro de esos días en los que no os obligo a encender el horno. De los mejores.

En una taza apta para microondas, se combinan la harina, el azúcar, la levadura y la sal, con un tenedor.

A continuación se añaden el aceite, la leche y la vainilla, seguidos del huevo. Vuelta a mezclar con el tenedor.


Y ahora las fresas, aunque bien podrían ser frambuesas, pero ya sabéis que soy más fan de mezclar las frambuesas con chocolate. Mezcladlo bien para repartir las fresas por toda la masa.



Y ahora al microondas. Ya sabéis que cada uno es un mundo (como los hornos), pero con dos minutos a 800W estará listo.
Si observais que la tarta crece mucho y se va a salir de la taza en cualquier momento, parad el micro, la tarta volverá a bajar, y reanudáis hasta que esté terminada. No queremos perder medio desayuno (merienda o antojo) en el micro.




¡Y ya está lista! Quién podría resistirse... nata montada encima para acompañar y una fresa para decorar completarán esta maravilla fugaz. Y mejor si es para compartir.

¡Espero qué os guste!



jueves, 12 de marzo de 2015

Chocolate Guinnes Cupcakes!

Bueno, me siento un poco culpable ahora mismo porque voy a tirar de archivo.

En mi mente San Patricio está cerca, pero no había asimilado que era un martes, por lo que la receta debía ser previa. Y me he liado y liado, y ha llegado el día y no tenía nada nuevo que ofrecer.

Bueno, sí es nuevo porque no habéis visto esta receta en mi blog antes, pero tenía otras cosas en mente... bueno, un día de estos lo prepararé y así ya tengo receta para el año que viene. Aunque el año que viene a lo mejor cae en miércoles y es todo maravilloso.

Pero antes que nada debo explicar por qué he estado tan liado, que puede haber más importante que San Patricio (que es mi año nuevo mental). 

Y es, nada más y nada menos, que he encontrado ¡TRABAJO!

Tras seis meses de altibajos, y tras unas pocas entrevistas (porque no veáis que complicado está), ya está aquí y ya ha llegado. ¡Mañana mismo empiezo!

(nervios por todas partes, sí, lo admito)

Tengo muchas ganas. MUCHAS. Ya os iré contando como va la cosa, pero en principio, voy a ser editor digital de libros. Libros de matemáticas, física y química, etc. Puede que sea yo el que escriba los problemas que vuestros primos, hermanos, sobrinos, hijos, etc, tengan que resolver en clase y en casa.

¿No es genial? ¿Y no es genial qué además esta noticia tan maravillosa coincida con mi receta de St. Patrick's Day? Por eso es mi año nuevo (vida nueva).

Y para celebrarlo, ¡unos cupcakes de chocolate y Guinnes MARAVILLOSOS!

Empezamos.




Chocolate Guinnes Cupcakes

INGREDIENTES
           
· 2 cups (250g ) de harina
· 250g de mantequilla
· 2 huevo
· 2/3 cup (80g) de cacao en polvo
· 2 cups (400g) de azúcar blanco
· 1 cup (250ml) de cerveza Guinnes
·  2/3 cup(140ml) de nata para montar
· 2 1/2 tsp de levadura química
· 1 tsp (2g) de sal
· 1 tbsp (15ml) de vainilla

Decoración más abajo

PREPARACIÓN

Qué ricos, es que los veo y se me cae la baba. Tranquilos si no os gusta la cerveza, porque no saben a cerveza, saben a chocolate con un toque diferente. Este finde caen seguramente, ya lo he decidido.
Además, como la Guinnes suele venderse en pintas, sobrará un poquito y podrás tomártela mientras preparas  los cupcakes. Está todo pensado.

Para empezar se colocan la cerveza y la mantequilla en una cacerola a fuego medio, hasta que la mantequilla se funda. Esto quiere decir que si se os ha olvidado sacarla de la nevera con tiempo, no pasa nada. Procurad que no hierva. Una vez fundida, apartadlo del fuego para que se enfríe mientras se prepara lo demás.

En un bol se combinan la harina, el azúcar, el cacao, la sal y la levadura. Los secos de siempre.
En la cacerola anterior, una vez se ha enfriado lo suficiente la mezcla, se añaden los huevos (de ahí que no lo queramos caliente), la nata y la vainilla y se mezclan bien.

Y ahora ya a mezclarlo todo. Verted los líquidos sobre los secos y mezcladlo bien, y sabéis que no deberéis batir mucho para que no salgan duros. ¡Sólo lo suficiente!

Y pasamos los cupcakes a sus cápsulas correspondientes, que deben ser verdes, blancas y/o naranjas. No hay excusas.

Metemos al horno, precalentado a 180ºC desde hace un rato., durante 35 minutos. Como siempre, comprobad con un palillo que estén acabados, pues las masas con chocolate suelen ser más líquidas y tardan más de lo normal.

Una vez horneados, dejad que se enfríen, no tengáis prisa. Que es una ocasión especial y hay que decorarlos.

Para decorar hay muchas opciones. Podéis montar nata y colocarla encima, imitando la espuma de la Guinness. Necesitaríais 1cup de nata para montar y 1tbsp de azúcar glass.

Para algo más elaborado, podéis preparar un buttercream como el de la receta de los cupcakes de fresa, cambiando la vainilla o la esencia de fresa por 1tbsp de Guinnes, o incluso de Baileys (que también es irlandés).

O también podéis preparar un frosting de queso y teñirlo de verde, porque ese día algo verde debéis tener a mano. Ese día es obligatorio vestirse con algo verde. Para preparar el frosting de queso podéis utilizar la receta de la Red Velvet, haciendo solamente la mitad de frosting.

Cualquiera de las opciones es maravillosa. Y siempre podréis decorar más aun a vuestro gusto estas pequeñas delicias.

Espero que os gusten.



miércoles, 4 de marzo de 2015

Monkey Bread

Otra semana más de entrevistas para trabajos, y con un sinvivir constante.

Es una angustia continua hasta que se deciden. Y además estoy cubierto de agujetas por todas partes. 

Pero no voy a quejarme mucho. 

El domingo pasado salió el Sol y aproveché que hizo algo de calorcito para preparar un Pan de Mono, o Monkey Bread como es más conocido, pues es de estas cosas que hacen los americanos y que no dejaría de comer nunca.

El nombre se debe (o eso creo) a que se come pellizcando y cogiendo bolitas de masa con las manos, como comería un mono.

Y como siempre, hay mil variantes de hacer esta receta, supongo que con el tiempo iré haciendo nuevos experimentos para que probéis.

Como bien habréis adivinado al señalar que ha salido el Sol, es una masa que requiere levadura viva, y por tanto lleva su tiempo. Pero vale mucho la pena.

La masa que he utilizado es la misma que la que utilizo en los Rollitos de Canela, pues es esencialmente lo mismo, con otra forma. El sabor no es exactamente el mismo, y ahí está la gracia. 

No me enrollo más. 


 Monkey Bread

INGREDIENTES
           
Para la masa
· 4 (475g) cups de harina*
· 1/4 cup (57g) de mantequilla fundida
· 1 huevo
· 1/4 cup (50g) de azúcar blanco
· 3/4 cup (180ml) de leche entera
· 1/4 cup (60) de agua caliente
· 7g (un sobre) de levadura de panadero seca
· 1 tsp (5g) de sal
· 1 tsp (5ml) de esencia de vainilla (opcional)

Para Rebozar
· 1/3 cup (75g) de mantequilla
· 3/4 cup (150g) de azúcar moreno
· 1/4 cup (50g) de azúcar blanco
· 1 1/2 tbsp (15g) de canela

PREPARACIÓN

En fin, me da un poco de vergüenza reconocerlo, pero la receta es exactamente la misma que en los rollos de canela. Pero ¿para qué cambiar algo cuando funciona?

Bueno, antes que nada voy a aclarar el * de la harina. La harina que utilicéis variará un poco la consistencia por la cantidad de gluten, cuanto más tenga, menos esponjoso estará, pero el gluten es lo que da forma al bollo, así que no debe faltar. Por tanto, en este caso puse 2 cups de harina de fuerza y 1 cup de harina normal de trigo, para rebajar un poco el contenido de gluten. Sólo eso. 

Otro apunte más. Esta versión es la más sencilla de todas. Podéis añadirle trozos de nueces entre las bolitas (ya veréis más adelante) o pepitas de chocolate... hay mil ideas. Pero aquí os enseñaré lo básico.

Empezamos. Primero fundimos la mantequilla para que no esté muy caliente cuando tengamos que usarla.
Calentamos la leche y el agua en un recipiente a temperatura corporal. Ya sabéis que la levadura se muere al acercarse a los 50ºC, así que tened cuidado. Si no hay suficiente temperatura no se activará. Por tanto, si metéis el dedo y esta tibio pero sin quemar, será la temperatura perfecta.
Agregad la levadura y dejad que vaya activándose mientras preparáis el resto.

En un bol se mezclan la harina, la sal y el azúcar con unas varillas. Mezcladlo bien para que no haya zonas más "saladas" que otras, esto perjudica a la levadura.

A continuación se añaden la mantequilla fundida, el huevo, la vainilla y la levadura activa con la leche.
Y ya solo queda mezclarlo todo bien con una cuchara y las manos hasta que se forme una bola compacta que limpie las paredes del bol. No costará mucho. Y por favor, hacedlo con las manos que así sentís que estáis haciendo algo, si lo hace una máquina no tiene emoción.

Amasamos la bola hasta que quede suave y no sea pegajosa, unos diez minutos o menos. Si notáis que se os pega a las manos, utilizad un poco de aceite para evitar añadirle harina.
Cuando la bola esté en su punto, se pinta un bol con aceite y se pone la masa en el para dejarla fermentar. Tapadla con un plástico de cocina (yo utilizo un gorro de ducha de plástico, de estos de hotel, que se ajusta al bol estupendamente) y dejadla reposar en un lugar cálido. Yo la dejo expuesta al Sol, para que se caliente bien, no pasa nada porque le de la luz.

Y a esperar una hora hasta que aumente su tamaño.
Ahora que ya ha crecido la masa, tenemos que darle forma. Por lo que primero, vamos a embadurnar el molde con un poco de mantequilla.
El molde, debería ser un molde con agujero en el centro, tipo Bundcake sería estupendo, pero yo he utilizado uno desmontable con agujero.

Fundimos la mantequilla y en un bol a parte, se mezcla el azúcar y la canela.

Ahora cortamos la masa en bolitas, mirad en la imagen el tamaño que más o menos deben tener. Las pasamos por mantequilla fundida y acto seguido los rebozamos en la mezcla de azúcar y de canela, y al molde. Id amontonándolos hasta que acabéis con toda la masa.


Ahora toca otro ratito de fermentación, pero nada más que media hora. Tapad ligeramente el molde y volved a ponerlo en una zona cálida para que crezcan las bolitas.
Mientras fermenta, se precalienta el horno a 180ºC.

Una vez transcurrido este tiempo, se mete al horno, durante media hora. Crecerá un poquito más y se dorará la superficie.

En cuanto esté listo, sacadlo del horno y dejad que enfríe. Yo lo atacaría ya, porque calentito está muy bueno (bueno, no recién salido del horno, transcurrido un rato), pero podéis preparar un glaseado de azúcar y nata, o de queso, y ponerlo por encima.

Sólo diré que si lo preparáis para una merienda, va a durar muy poco, porque está demasiado bueno.