miércoles, 29 de enero de 2014

20 (Doughnuts)

Acabo de darme cuenta de que ya llevo 20 entradas y me ha dado por pensar en qué pasará si algún día  se me acaban las recetas. ¡Pero eso es imposible! Hay tantísimas cosas que me quedan por hacer que no se como se me ha podido pasar por la cabeza algo así. Aunque también es verdad que no creo que me pase al nitrógeno líquido ni esas cosas. Pero hay tantas variaciones de una simple receta...

Nada, que no cunde el pánico todavía.

El pánico podría aparecer porque quedan dos semanas escasas para que llegue el día del examen de Mecánica Cuántica, sí, aun quedan dos semanas y necesito que llegue ya, porque tener una sola asignatura es desesperante. (Ahora es cuando la gente que tiene muchas quiere matarme)

Pero ya sabéis que lo llevo con calma, y que la cocina ayuda. Además, llego bien esto del gimnasio, (¡no he abandonado aun!) aunque a veces me duelen partes del cuerpo que no sabía que podían doler. Y ahora también soy profe de matemáticas, como en los viejos tiempos. Estoy repasando las matemáticas de 4º de la eso, y pienso en que en un momento de mi vida eso fue nuevo y difícil para mi y ahora es muy, muy, MUY fácil, tanto, que me sorprendo cuando alguien no lo entiende. ¡Pero es tan evidente! De todas formas, mi primera impresión sobre mi nueva alumna no es nada mala, así que no me desesperaré.

Y nada más por hoy. Estoy un poco cabreado porque no encuentro velas para tartas que me gusten, son todas iguales, o números rojos o las velitas rosas, amarillas, azules y blancas de siempre. ¡Pero he encontrado un candelabro! Ya os lo enseñaré cuando lo estrene. De todas formas este viernes miraré en más sitios, ya que tengo un encargo (¡gracias!) y necesito cosicas.

Y ahora si. ¿Quién quiere donuts/doughnuts?


Doughnuts


INGREDIENTES
           
· 500g de harina de fuerza
· 50g de azúcar
· 50g de mantequilla derretida
· 1 huevo batido
· 250ml de leche templada
· 7g de levadura seca de panadero
· 1 tsp de vainilla
· 1 tsp de sal
· Aceite (para freír)
· Rellenos y coberturas

PREPARACIÓN

¿Echabais de menos las recetas largas, en las que hay que esperar a que la masa fermente? 
Porque aquí llega otra, y esta no necesita horno, cosa que siempre alarga aun más las recetas.
Y para que engañarnos, ¡son doughnuts!
La primera vez que hice la receta fue el agosto pasado, para el cumpleaños de mi primo. Salieron muy ricos (volaron) y una de las razones fue que ese día hizo un calor infernal, y como siempre os digo, es necesario que la masa leve en una zona cálida.
Pero vamos por partes.

En un bol amplio se mezclan la harina, el azúcar , la sal y la levadura y en otro se combinan la leche tibia, la mantequilla derretida, el huevo batido y la vainilla. Es importante que la leche esté tibia, a temperatura corporal más o menos, para activar la levadura. Nunca hay que pasar los 50ºC porque se muere y no sirve.

A continuación, se vierten los húmedos sobre los secos y se mezcla todo bien hasta conseguir una masa pegajosa, que habrá que amasar durante 15 minutos, hasta que deje de serlo. Hay que intentar evitar añadir más harina para evitar que se pegue, así que una opción puede ser reservar 50g de la harina inicial para el momento de amasar, que se vaya incorporando, o en el caso de que se nos olvide esto, en lugar de utilizar harina, se pueden embadurnar las manos con un poco de aceite para evitar que la masa se nos pegue.

Una vez la masa deja de ser extremadamente pegajosa, se coloca en un bol limpio con las paredes cubiertas de aceite para evitar que se pegue, se cubre con plástico de cocina, o con un paño, para evitar corrientes de aire, y se coloca en un lugar cálido. Si os entra el antojo en invierno y no tenéis ningún lugar suficientemente cálido en casa, podéis precalentar el horno a 40ºC y metéis la masa en el horno durante el tiempo de levado, pero con el HORNO APAGADO.
Dejar subir durante una hora y media o dos horas.

Mientras la masa sube, es el momento de decidir que hacer con los doughnuts. Es decir, que forma darle y si queréis relleno (quién no quiera relleno debe ir a que le vea un médico).
En mi caso, me gusta hacerlos con forma de bola, porque así es más fácil de rellenar que si se le da la típica forma de rosco (o de toroide, para freaks).
Los rellenos pueden ser infinitos. Mermelada de fresa, de frambuesa, de melocotón, nutella, crema pastelera, lemon curd... 

Una vez la masa ha doblado en volumen, se vuelca la masa sobre una superficie y, SIN amasar, se van haciendo bolas de unos 8cm de diámetro, que se colocarán sobre una bandeja cubierta con papel de cocina y harina. No hay que amasar para evitar que se desinflen mucho, y porque al darles forma ya se amasan un poco. Una vez en la bandeja (o bandejas) se cubrirán ligeramente con un paño limpio y se  pondrán a subir otros 30 minutos.

Cuando haya pasado el tiempo suficiente y las bolitas estén gorditas se pone el aceite a calentar en una sartén honda, a 165ºC.

Una vez las bolas han crecido y el aceite esté a la temperatura correcta, se fríen con cuidado (metiéndolos despacio en el aceite) para que no pierdan volumen. Las bolas flotarán por lo que habrá que darles la vuelta transcurridos dos minutos. Hay que tener en cuenta que crecerán un poco más al contacto con el calor del aceite, por lo que no hay que aglomerar el aceite, tres o cuatro por cada tanda, esto también ayuda a que el aceite no pierda temperatura. Tras darles la vuelta se esperan un par de minutos más, hasta que tengan el mismo color marroncito por ambos lados. Además debido a que flotan mientras se fríen, aparece la famosa línea blanca en el centro. Con estas cantidades me salieron 18 bolas.

Sacar sobre papel de cocina para absorber el aceite cuando estén hechos. En caso de querer rebozarlos en azúcar, o azúcar con canela, es el momento perfecto para hacerlo.

Para rellenarlos hay que esperar a que se enfríen. Se coloca dentro de una manga pastelera el relleno elegido y, a traves de un agujerito que se hará sobre la línea blanca, se introduce la boquilla de la manga y se rellenan. 

¡¡¡Y A COMER!!!


Rellenos de crema pastelera (receta próximamente), mermelada de frambuesa (también proximamente), nutella (eso es de bote) y rebozadas en azúcar con canela y ralladura de naranja.

Los amontoné en pirámide. Hice un caramelo para pegarlas entre ellas.


miércoles, 22 de enero de 2014

Antojos Ajenos (Mini CheeseCake) (SG)

Después de una semana sin decidirme sobre que receta escribir hoy, la solución ha aparecido en forma de mensaje de whatsapp.

- ¿Tienes alguna receta de tarta de queso en tu blog?
- No, aun no. Está la cheese danish, pero no es una tarta de queso de las de siempre.
- Es que tengo un antojo enorme de tarta de queso.
- Siempre lo tienes, siempre me pides tartas de queso.

Y así, me he decidido a poner esta receta. Aunque la cosa no acabó ahí, surgieron más antojos, pero no puedo poner todos hoy, no.

Además en la entrada anterior os comenté que os enseñaría la tarta de cumpleaños que hice el otro día. Tuve un pequeño problema con la cantidad, ya que hice una tarta con lo que deberían haber sido dos. Pero aun así las fresas y el chocolate blanco hicieron el resto. La receta llegará otro día, ahora os dejo con la foto de la decoración.



¿Os gusta? ¡A mi prima le encantó! La vela con el 9 iba justo delante de las banderitas.

Y ahora al asunto de hoy.


Mini CheeseCakes


INGREDIENTES
           
· 1 cup de galletas picadas (sin gluten si lo prefieres)
· 1 tbsp de (13g) azúcar moreno
· 5 tbsp (71g) de mantequilla derretida
· 454g de queso de untar
· 2/3 cup (133g) de azúcar
·1/4 tsp de sal
· 2 huevos
· 1 tsp de vainilla
· ½ cup (100ml) de nata para montar



PREPARACIÓN

Esta receta me gusta porque las tartas de queso se pueden cubrir de diferentes formas, siendo cada todas diferentes, así se puede elegir.

Para empezar hay que colocar los papelitos en un molde de cupcakes y precalentar el horno a 175ºC.

A continuación se prepara la base. Para ello hay que triturar las galletas. Las mejores galletas son los Graham Crackers, pero si no se dispone de ellos (nunca los he utilizado) se pueden utilizar galletas digestivas, pues tienen la mejor textura. O si no, galletas tipo María o Chiquilín (estas últimas son las que suelo utilizar porque me gusta mucho el sabor que tienen). Las galletas trituradas se mezclan con la mantequilla fundida y el azúcar moreno. Esta mezcla se reparte de manera homogénea y se aplastan bien en el fondo de los doce moldes de cupcake. Se reservan mientras se prepara el relleno.


En un bol se bate el queso hasta que esté cremoso. A continuación se añaden el azúcar y la sal , y se baten hasta que se incorporen. Ahora se añaden los huevos y la vainilla (y ralladura de limón opcional) y se sigue batiendo hasta que se haya mezclado todo bien para, a continuación, poner la nata.

Una vez todo está bien mezclado se llenan los moldes de los cupcakes y se meten en el horno durante 25 minutos aproximadamente. Las tartas pueden agrietarse. Para saber si están hechas, se pueden pinchar con un palillo y al sacarlo estar un poco manchado, pero sin mucha humedad. En el centro no deben estar del todo endurecidas. También hay que dejarlas enfriar dentro del horno durante 20 minutos antes de sacarlas, por lo que hay que tener cuidado al hornearlas para no pasarnos con la cocción. 

Una vez frías, las tartitas se pueden cubrir con diferentes mermeladas de frutas, lemon o orange curd, o incluso un ganaché de chocolate con frambuesas (que también os enseñare a preparar para otra receta).

Podéis presentarlas con el papelito o sin él. En caso de retirarlo, si el papel tenia formas y queréis la tarta con el borde liso, podeis pasar un cuchillo caliente alrededor para eliminar las formas. 


¡Y ya sólo queda comer! Espero que os gusten.







miércoles, 15 de enero de 2014

Apuntes de Teoría III (Galletas de Merengue)

¡¡Miércoles otra vez!!

Tengo la sensación de que todas mis entradas empiezan de la misma forma, con esto de tener el miércoles como punto obligado, lo mismo un día me da un venazo y publico un martes, así pensaréis que es algo especial y os hará más ilusión. Aunque si lo cuento ya no tiene gracia...

Hoy os escribo un poco lisiado de un codo. Supongo que muchos habréis picado como yo para ir al gimnasio después de navidad. En mi caso después de 26 años. Y se nota, mi codo derecho no da para mucho, menos mal que en este siglo tenemos batidoras y no hay que montar claras a mano, si no hoy sería imposible. Que tampoco me iba a poner ahora... ¡para esta semana hay tarta de cumpleaños! Pero hasta la semana que viene (miércoles claro) no tendréis noticias sobre ella, porque es proyecto altamente secreto hasta el sábado.

Y ahora es hora de la clase de teoría. Hoy será corta. Hoy tratará sobre la vainilla.

En la inmensa mayoría de las recetas que os pongo aquí se utiliza vainilla, y yo en los ingredientes digo vainilla sin más. Pues bien, para evitar confusiones, porque hay muchos tipos de vainillas, os voy a contar algo de tres o cuatro de ellas.

Pero primero, ¿qué es la vainilla? Según la (sagrada) Wikipedia, la vainilla es una especie de orquídea, con mas de cien variedades repartidas por las zonas tropicales del planeta. Su nombre se lo dieron los españoles en su llegada a América (en México). Le pusieron ese nombre puesto que los frutos parecían pequeñas vainas de espada. Vaina --> Vainilla, Grande --> Pequeñilla.
Es la segunda especia o condimento más cara,ya que requiere muchísimos cuidados, todos sabemos lo caras y frágiles que son las orquídeas ornamentales, sólo superada por el azafrán, que también se las trae.
Además el mayor consumidor del mundo de vainilla es Coca Cola.

Y ya al tema.

Para empezar una imagen de lo que os voy a contar hoy.


La vainilla per sé es la que se encuentra en el tubo. Son dos vainas negras. Para utilizarla en algún postre o para hacer alguna crema, hay que abrir por la mitad longitudinalmente la vaina y sacar las semillas que hay en su interior. Estas semillas son las portadoras del sabor y el aroma, por lo que ¡no hay que desperdiciar ni una sola! Además, si estáis haciendo una crema o algo líquido que tenga q calentarse, podéis añadir la vaina que también aportará sabor, pero habrá que retirarla al final.

La vaina no se queda ahí sin más de todas formas, pasamos al siguiente ingrediente. La cuchara de la izquierda contiene azúcar avainillado, que se trata nada más que de azúcar normal aromatizado con vainilla. Este ingrediente se puede utilizar como sustituto de parte del azúcar total de la receta, pues le aportará algo de sabor y olor, pero nunca puede sustituir al extracto de vainilla (del que os comentaré en seguida). También es bueno para añadir al café, etc. Y para hacerlo en casa, tan solo tendréis que preparar un bote con azúcar en el que meteréis las vainas, una vez hayáis sacado las semillas para otro postre. Lo podéis dejar todo el tiempo que queráis aromatizando, moviéndolo de vez en cuando.
Esto también podéis hacerlo con ralladura de naranja y limón para aromatizar el azúcar de otra manera, en este caso es útil para hacer roscón de reyes.

En la cuchara del centro nos encontramos el extracto de vainilla, que este SÍ ES EL DE LAS RECETAS. Este es el que pongo en las recetas. Se trata de semillas y vainas puestas a macerar durante varios meses en un líquido con alta graduación alcohólica y sin sabores, como el vodka (que a mi no me sabe a nada). Tras este tiempo, el alcohol habrá absorbido todos los sabores de la vainilla y tras el horneado o cocción, el alcohol que hubiese se evapora. Así, cuando veáis en mis recetas que entre los ingredientes nombro a la vainilla, me refiero a esta y a ninguna otra.
El extracto de vainilla tambien se comercializa en forma de pasta, mucho más concentrado, por lo que habría que utilizar menos cantidad en las recetas (1/2 tsp de pasta equivale a casi 1 tbsp de extracto líquido), pero no os comento nada más porque nunca lo he usado. Me apaño muy bien con el extracto líquido.

Y por último, el botecito de la derecha. Este contiene esencia de vainilla, que es nada más que vainillina sintética. La vainillina es el componente químico característico del sabor y el olor. No recomiendo utilizarlo en la cocina puesto que es sintético, pero siempre se puede aromatizar un chocolate blanco o una cobertura para una tarta que queramos que mantenga el color blanco, ya que el extracto lo colorea un poco de marrón.

Y con esto termina la clase de hoy. Ahora a pensar en comida. Algo rápido de hacer, que después de tanta teoría...


Galletas de Merengue


INGREDIENTES
           
· 2/3 cup (135g) de azúcar fino
· 3 claras de huevo
· ¼  tsp de sal
· ½  tsp de ácido tartárico
· 1 tbsp de vainilla

PREPARACIÓN

Esta receta es muy rápida de preparar, pero el tiempo de horneado es largo. Pero vale la pena, ¡están muy ricas!
Precalentamos el horno a 95ºC, 
Lo primero es preparar el azúcar fino. Para ello, hay que triturar azúcar normal, con un procesador de cuchillas. De esta forma se disuelve más fácilmente en el merengue. Si no podéis o no queréis, podéis saltar este paso y utilizar el azúcar normal.
A continuación se comienzan a montar las claras. En un bol amplio y bien limpio se colocan las claras, que deben estar a temperatura ambiente para que crezcan mejor. Se comienzan a batir con las varillas a velocidad media-alta y una vez comience a formarse espuma, se añaden la sal y el ácido tartárico. En caso de no tener este ácido, del que ya os he hablado en otras entradas, se puede sustituir con 1tsp de zumo de limón recién exprimido y colado. El ácido estabiliza las claras cuando se montan, por lo que no hace falta darle tanto a la batidora. Porque no lo he dicho, pero este postre se hace con batidora, a mano puede ser terrible.
Una vez las claras van creciendo, se comienza a añadir el azúcar poco a poco, para que se disuelva bien por todas partes, y se continua batiendo hasta que están montadas del todo, es decir, se forman picos resistentes que no se caen. Siempre se ha dicho que las claras están perfectas cuando, al ponerte el bol sobre la cabeza, boca abajo, la cabeza se queda seca.
Una vez conseguido se añade la vainilla y se incorpora rápidamente.

Es el momento de ir al horno. Sobre una bandeja de horno cubierta de papel, para que no se peguen, se van colocando lo que serán las galletas. Para ello, se puede hacer bonito o se puede hacer rápido. Bonito significa llenar una manga pastelera con una boquilla de estrella grande y colocar pequeños pegotitos sobre la bandeja, dejando un poco de separación para que circule el aire, no se expanden demasiado por lo que se pueden poner bastantes. La opción rápida es poner los pegotitos con dos cucharas y darles algunas formas con ellas por arriba.
Cualquiera de las opción elegida tendrá que ir al horno durante 1 hora y 15 minutos. Transcurrido este tiempo, se apaga el horno pero las galletas se quedan dentro para que sigan secándose, pues tenemos que procurar que pierdan toda la humedad posible. Esta receta, por este motivo, es mejor hacerla en días soleados y con poca humedad.

¡Y ya está! Después de una hora, ya es el momento de engullir.




miércoles, 8 de enero de 2014

Soufflé de Chocolate (SG)

Primera semana de 2014 superada, y ya tenía monazo de encender el horno. Así que hoy toca chocolate por todas partes.

Pero antes, ¿qué tal el fin de las vacaciones? ¿Habéis sido buenos? ¿Cuántos propósitos de nuevo año habéis solicitado?

Yo empecé ayer el gimnasio, hoy estoy un poco muerto de agujetas, lo que tiene la vida sedentaria... pero hoy para ir con más ganas me he hecho un soufflé como es debido.

Y no me entretengo más, !qué tengo que salir!


Soufflé de Chocolate


INGREDIENTES
            
· 90g de chocolate
· 2 tbsp de nata para montar
· 3 huevos
· 2 tbsp de azúcar
· 1 tbsp de cacao en polvo
· 1 tbsp de mantequilla blanda

PREPARACIÓN

Para empezar se separan las claras de las yemas y se precalienta el horno a 200ºC.

A continuación, con una brocha, se embadurnan de mantequilla dos ramequines de 250ml. La masa del soufflé llenará los dos y sobrara un poco, así que si tenéis algún otro más peqúeño también podéis prepararlo. Encima de la mantequilla se pone el cacao en polvo, y girando el recipiente, se cubren el fondo y las paredes.

A continuación se pone el chocolate junto a la nata en un bol, sobre una cacerola con agua, para derretir el chocolate, sin que el bol toque el agua. Una vez fundido, se aparta del fuego y se espera a que se enfríe un poco.
Mientras se enfría, se montan las claras junto al azúcar (se puede añadir 1 tsp de vainilla, totalmente opcional), hasta que se mantengan los picos firmes.
Es el momento de juntar el chocolate fundido, que ya no estará muy caliente, con las yemas, mezclándolo muy bien con las varillas. Una vez esté bien incorporado, se agregan las claras montadas y se mezcla todo, desinflando lo menos posible las claras.

Se pasa esta mezcla a los ramequines, y se llenan hasta el borde. Seguidamente, se pasa un dedo por todo el perímetro, creando un pequeño hueco entre la masa y el borde del recipiente que ayudará al soufflé a crecer.
Es el momento de meterlos al horno durante 10-15 minutos. Para saber si están terminados, la parte superior debe quedar dura y tal vez con grietas. El interior debe ser esponjoso y blando, por eso la prueba del palillo puede ser difícil de hacer.

Para servirlo, se hace un pequeño agujero en el centro, en el que se coloca una bola de helado de vainilla, fresa, frambuesa…y se espolvorea azúcar glass por encima. Comer calentito, que así se derrite el helado y se mezclan los sabores.

Espero que os encante.


miércoles, 1 de enero de 2014

2014 (Tartas Falsas de "Queso") (SG)

¡Hola gentes!

Feliz 2014 a todos. 

¿Cómo van esos empachos? ¿Y las resacas? ¿Qué postres preparasteis? ¡Contadme!

Por aquí hay muchísimo sueño, según escribo esto se me cierran los ojos poco a poco, y a pesar de ser pronto para mis costumbres, volaré rápido a la cama.

Mi fin de año fue familiar al máximo. Y el lema de la familia es "Comer hasta que duela" así que al final de la cena moverse era complicado, menos mal que teníamos un rato de reposo hasta las uvas. En mi caso las uvas fueron lacasitos (no me gustan las uvas, histeria). Pero mejor aun fue la tarta de Año Nuevo, que, para no defraudarme a mi mismo, busqué en mi propio blog para decidir y no quise complicarme mucho, una Red Velvet que en 40 minutos estaba finiquitada, sin contar el tiempo para enfriar claro.


Mi problema era que receta os proponía hoy, que estamos todos saturados de comida por todas partes y no queremos nada más y se me ha ocurrido esta, que no sólo es un postre delicioso y rápido, también puede ser un desayuno, una merienda o incluso una cena ligera.

Allá vamos.


Tartas Falsas de "Queso"


INGREDIENTES para 2.
           
· 1 cup (240ml) yogur griego
· 1tbsp de vainilla
·  ½ tbsp de ralladura de limón
· Galletas (con o sin gluten)
· 2 tsp (13g) de azúcar moreno


PREPARACIÓN

De verdad, no puede ser más rápido de preparar.
El nombre se me ocurrió porque el montaje es como el de una tarta de queso, base de galleta y cobertura de fruta.

Para empezar hay que triturar las galletas, pero en lugar de utilizar una máquina, es mejor hacerlo metiendo las galletas en una bolsa y dándole golpes con un rodillo, o en un mortero, de esta forma habrá trozos de diferentes tamaños y aportarán algo de textura. La cantidad de galletas dependerá de cuanta base queréis en vuestro postre. En mi caso suelo utilizar unas ocho galletas para la receta de dos unidades.
Una vez machacadas las galletas, se dividen en dos vasos, mejor si son anchos y no muy altos, y se añade 1 tsp de azúcar moreno a cada uno, mezclándolo bien con las galletas. Esta será la base.

A continuación se prepara el relleno. Para ello, a mi me gusta usar yogur griego, pues es el más cremoso, pero podéis utilizar el que tengáis en casa. Como el que utilizo es natural, le pongo la vainilla y la ralladura de limón (aunque si tengo lemon curd, tmb lo utilizo) y lo mezclo bien. Después se divide en dos y se vierte sobre las bases de galleta en los vasos.

Este relleno es completamente "al gusto". Podéis utilizar yogures con trozos de fruta, con pepitas de chocolate, con sabores o agregarles el sabor que prefiráis, bajos en materia grasa, etc. Sólo tendréis que probar la combinación que más os guste.

Para finalizar, hay que cubrir el yogur con mermelada o con alguna fruta. Arándanos, frambuesas y frutas pequeñas se colocan directamente encima del yogur, en caso de querer otra, como melocotón, será mejor cortarlo en trozos pequeños. Si se va a utilizar manzana, pera o plátano, es mejor prepararlos en el último momento para que no se oxiden y así evitar añadirle limón. 

Momento para guardar en la nevera 15 minutos para que se asienten los sabores. Y no olvidar sacarlos con tiempo para no comer muy fríos.

¡Y a disfrutar!