miércoles, 12 de marzo de 2014

St. Patrick's Day (Guinness Cake)

¡Sí! ¡Ya está aquí! ¡El 17 de marzo esta muy cerca!



No sabéis lo largo que se me hace el año hasta que llega San Patricio. Es uno de los días más importantes del año, junto a mi cumple y al último día de exámenes y alguno más. Tanto, que desde hace unos años, era costumbre dejarme barba desde mi cumpleaños hasta el 17 de marzo. Este año no. La barba empezó antes y continuará.
Pero no hablemos de mi barba.

Hablemos de Irlanda.

¿Conocéis Irlanda? No puedo decir que sea un experto, ya que he estado un par de veces nada más, pero Irlanda tiene algo, algo familiar, algo entrañable. Algo que te hace querer más y sentirte parte de allí, y por tanto no olvidar nunca ese sentimiento. Así que no te queda otra que celebrar el día más importante de Irlanda para sentirte un poquito irlandés.

Y como ellos dicen: El 17 de Marzo, todos somos Irlandeses.


Inscripción sobre una viga en la fábrica de Guinnes de Dublín. Como ir a la fábrica de Willy Wonka, en cualquier momento esperas que salgan unos Leprechauns. No aparecen, pero te tomas una cervecita en el Gravity Bar, en todo lo alto, desde donde se observa toda la ciudad.


Pero, ¿quién fue San Patricio?

Pues fue un señor, nacido en Escocia, al que raptaron unos piratas. Cuando consiguió escapar, supongo que para agradecer a su dios, se fue de misionero a Irlanda, a introducir el cristianismo, ya que en la isla predominaba la cultura Celta, la cual ha dejado toda la isla llena de símbolos y restos arqueológicos.
También se dice que expulsó las serpientes de la isla, ya que en Irlanda no hay serpientes silvestres porque se separó del resto del continente muy pronto tras la glaciación.

Y además, el famoso trébol irlandés, lo hizo famoso San Patricio para explicar que la santísima trinidad eran la misma persona, argumentando que un trébol de tres hojas conforma la misma planta.



Es todo muy religioso ya lo sé. Pero Irlanda es un país super católico, así que es normal.

De todas formas, la parte irlandesa que más gusta y sorprende (después de los pubs) es la celta y la vikinga.

Pero de todo esto se hablará en otros capítulos o próximos 17 de marzo.

Ahora directamente a por la receta. Una rica tarta de cerveza Guinness. Maravillosísima.


El año pasado hice estos cupcakes para celebrar el 17 de marzo. Son de vainilla con colorante verde.


Guinness Cake


INGREDIENTES
           
· 2  cups (250g) de harina
· 2  cups (200g) de azúcar
· 2/3 cup (75g) de cacao en polvo
· 2 huevos
· 1 cup + 2 tbsp (250g) de mantequilla
· 1 tbsp de vainilla
· 2 ½ tsp levadura química
· 1 tsp de sal
· 1 cup (250ml) de cerveza Guinness
· 140 ml de nata para montar

· 200ml de nata para montar
· 150g de queso tipo philadelphia

PREPARACIÓN


No os asustéis por la cerveza, la Guinness tiene un sabor muy bueno, casi todo el mundo dice que sabe a café o a chocolate. En mi caso siempre digo que sabe a pan. Y el alcohol se evaporará en el horno, así que si hay niños cerca, pueden probar el resultado final.

Primero, como siempre, precalentar el horno a 180ºC y preparar un molde redondo (desmontable o no).
Para empezar, en una cacerola se calienta la cerveza sin que llegue a hervir, y se añade la mantequilla hasta que este derretida completamente. Se aparta del fuego para que se enfríe un poco.
Mientras se enfría, se preparan los ingredientes secos. En un bol amplio se combinan la harina, el cacao, el azúcar, la sal y la levadura. Se pueden tamizar todos juntos, pero no es necesario. Solo hay que mezclar bien para repartir la sal y la levadura química por todas partes.
En otro bol, se baten los huevos junto a la nata y la vainilla y se les agrega la cerveza, que no debe estar caliente para que no se cocinen los huevos.
Es el momento de volcar los húmedos sobre los secos y, sin mover demasiado la masa, combinarlos hasta que no haya ningún rastro de ingredientes secos.

Se pasa la masa al molde, será muy líquida, por lo que tendrá que estar 50 minutos en el horno. Siempre comprobar que el centro está bien cocido con un palillo.

Una vez hecha, sacar del horno y dejar enfriar antes de desmoldar y decorar.

Para decorar, ya que la tarta es negra como la cerveza, se hace una cobertura blanca que simule la espuma. Para ello hay que montar la nata, batir el queso y unirlos. Se puede agregar azúcar glass al queso, unos 2tbsp. 

Una vez la tarta se haya enfriado, se cubre con el frosting y ya está lista para atacar y devorar.

Espero que os guste. Y feliz día de San Patricio!








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